lunes, 30 de agosto de 2010

La Leyenda de la Luna (Leyenda)

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Cuenta una leyenda que hace muchisimos años solamente el Sol reinaba en el cielo. De dia todo era alegría, pero durante la noche un gran temor se apoderaba de las aldeas. Cierta vez, un puma sanguinario se ensañó con un pequeño poblado. Entonces, una joven valiente y generosa, llamada Quilla decidió poner fin a esa amenaza. Una noche, en vez de refugiarse junto a su pueblo, se quedó sola en un lugar abierto. Al acercarse el puma, ella comenzó a correr muy velozmente. El animal la siguió, pero Quilla conocía perfectamente la región y sabía donde ocultarse. Asi, durante dos dias, fue alejando a la fiera de su pueblo. Pero finalmente, en la tercera noche, el puma lña acorraló. La joven se dio cuenta que estaba perdida. Sin embargo, contenta porque había logrado apartar a la bestia de su gente, se dispuso a morir. En ese momento acurrió algo asombroso: la figura de la muchacha comenzó a ascender por el aire hasta convertirse en un astro redondo y luminoso que quedó prendido en el cielo. Los amigos de Quilla, que la buscaban intensamente, vieron la transformación y comprendierón lo sucedido... A partir de ese momento, Quilla nunca los abandonó; los acompaño todas las noches con su luz.
Autor Desconocido.

La Bella Dama

La Espía

La Chica Samurai

La Iluminada


En El Culumpio

Largo y Precioso Cabello


viernes, 27 de agosto de 2010

Varda, La Señora de los Elfos (Cuento)

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En el momento en que Varda, la Señora de los Cielos, encendía las brillantes estrellas sobre la Tierra Media , los Hijos de Eru, los elfos, despertaron. Cuando cobraron vida, lo primero que advirtieron fue la luz de las nuevas estrellas. Por eso, los elfos aman a las estrellas y adoran a Varda, a la que conocen como Elentári, Reina de las Estrellas. Nació la más hermosa y más sabia de las razas. Los elfos disfrutarían de la máxima felicidad y padecerían los mayores sufrimientos. Serían inmortales y no envejecerían, pero podían ser asesinados o incluso morir de pena. Tendrían el mismo tamaño que los hombres pero serían más fuertes física y espiritualmente. Sus cabellos serían como hilos de oro y plata y la luz de las estrellas brillaría a su alrededor. Serían maestros en el habla y la canción. Se los llamó "los parlantes" porque enseñaron a hablar a todas las razas. En la Primera Edad de las Estrellas, los Valar querían proteger del Mal a los elfos y los llamaron para que partieran hacia las Tierra Imperecedera , más allá de los mares occidentales, a un lugar llamado Eldamar, el hogar de los elfos, donde edificarían las más bellas ciudades. Los elfos se dividieron porque no todos querían abandonar la Tierra Media. Los que emprendieron el Gran Viaje fueron los eldar, el pueblo de las estrellas, y los que se quedaron se llamaron los avari, los renuentes. ¨
Autor Desconocido.

Una Flor Para Tí SEGUIDOR

Abrázame Fuerte Amor Mío

Hermosos Ojos

Pretty Asian Girl

La Elfa del Bosque

La Sirena de la Piedra

martes, 24 de agosto de 2010

El Ladrón de Rubies (Cuento)

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En palacio había un ladrón de rubíes. Nadie sabía quién era, y a todos tenía tan engañados el ladrón, que lo único que se sabía de él era que vivía en palacio, y que en palacio debía tener ocultas las joyas. Decidido el rey a descubrir quién era, pidió ayuda a un enano sabio, famoso por su inteligencia. Estuvo el enano algunos días por allí, mirando y escuchando, hasta que se volvió a producir un robo. A la mañana siguiente el sabio hizo reunir a todos los habitantes del palacio en una misma sala. Tras inspeccionarlos a todos durante la mañana y el almuerzo sin decir palabra, el enano comenzó a preguntar a todos, uno por uno, qué sabían de las joyas robadas. Una vez más, nadie parecía haber sido el ladrón. Pero de pronto, uno de los jardineros comenzó a toser, a retorcerse y a quejarse, y finalmente cayó al suelo. El enano, con una sonrisa malvada, explicó entonces que la comida que acababan de tomar estaba envenenada, y que el único antídoto para aquel veneno estaba escondido dentro del rubí que había desaparecido esa noche. Y explicó cómo él mismo había cambiado los rubíes aunténticos por unos falsos pocos días antes, y cómo esperaba que sólo el ladrón salvara su vida, si es que era especialmente rápido... Las toses y quejidos se extendieron a otras personas, y el terror se apoderó de todos los presentes. De todos, menos de uno. Un lacayo que al sentir los primeros dolores no tardó en salir corriendo hacia el escondite en que guardaba las joyas, de donde tomó el último rubí. Efectivamente, pudo abrirlo y beber el extraño líquido que contenía en su interior, salvando su vida. O eso creía él, porque el jardinero era uno de los ayudantes del enano, y el veneno no era más que un jarabe preparado por el pequeño investigador para provocar unos fuertes dolores durante un rato, pero nada más. Y el lacayo así descubierto fue detenido por los guardias y llevado inmediatamente ante la justicia. El rey, agradecido, premió generosamente a su sabio consejero, y cuando le preguntó cuál era su secreto, sonrió diciendo: - Yo sólo trato de conseguir que quien conoce la verdad, la de a conocer. - ¿Y quién lo sabía? si el ladrón había engañado a todos... - No, majestad, a todos no. Cualquiera puede engañar a todo el mundo, pero nadie puede engañarse a sí mismo.
Autor Desconocido.

Mi Mascota

A Piece of Sunshine


En el Cesped


El Poder del Dios Zeus

Oraculo

Paraiso

viernes, 20 de agosto de 2010

I Can´t Fly (Cuento)

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Un anciano de larga y canosa barba caminaba por el sendero hacia su aldea cuando un rayito tenue de luz le llamó la atención. Sobre una pequeña piedra ,estaba sentada una triste hada. Con su mirada perdida y acuosa en las ligeras hojas que se mecían con la brisa. El anciano quedo absorto por la imagen. Nunca habia conocido a ninguna hada que no destilara felicidad y chispeante juventud. Se acercó a la pequeña, que no se percató por su intrusion. - Pequeña, que te ocurre, porque tus ojitos tan azules se tornan grises en esta tarde tan hermosa? El hada le miró y tan solo pudo encoger los hombros, sin fuerzas para contestar al agradable desconocido. Este se sento a su vera, y espero. Pasaron las horas ,la noche cayó sobre ellos, los abrazo con sus gelidos brazos, sin robarle un escalofrio al hada. El anciano saco de su zurron ,un pañuelo que utilizaba para su cuello en dias frios y los puso sobre el hada, que helada seguia perdida en sus pensamientos. -Pequeña, que te atormenta para no sentir las dagas de la noche en tu carne, para no sentir los azotes de esta brisa en tu rostro de porcelana? -No... puedo... volar. - dijo el hada Las palabras emergían de sus labios como espinas que herian su garganta al igual que su corazón. Al pronunciarlas, la compuerta de sus lagrimas se habian abierto y caian inexorablemente por sus mejillas. En silencio, dos lagrimas se precipitaron hasta perderse en la tierra de ezte sendero. - Que ha ocurrido ? porque no puedes volar? Tus alas estan bien... Observo la perfeccion y la grandiosidad de sus alas que lucian preciosas ante sus ojos, al tiempo acaricio con su dedo su mejilla limpiando el rastro de esas timidas lagrimas que habian descorchado la botella repleta de melancolia. - No lo se ,pero intento moverlas.....elevo mis piececitos hasta las ramas de los arboles pero ...en un instante,me precipito al vacio. Y no se porque? Bajo cientos y cientos de hojas de sauce ,escondia este hada en su alma, la verdadera y unica razon de su desazon. El anciano, gran sabio, la cogio en su mano y la miro a ese mar azul que eran sus ojos. Cristalinos y casi trasparentes ,se introdujo en ellos, hasta encontrar el monton de hojas otoñales.Alli rebusco hasta encontrarle. Alli estaban los recuerdos, y estaba él. Poco a poco ,salio de su interior, dejandolo todo como estaba . En el camino vio un paisaje magico y maravilloso. - Mi pequeña, Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve. No te quedes lamentando tu suerte y lucha por buscarla. He caminado por los pasillos de tu alma, y hay tanto que mostrar al mundo.... -Yo? , no soy mas que una insignificante hada que no puede volar. No tengo nada que ofrecer... -Mi niña, no da el que mas tiene sino el que mas generoso es de corazón...Solo tu sonrisa iluminaria cientos de noches. Tan solo tu mirada alegraría al que tuviera el honor de bucear en ella, tan solo tu chispeante andar, tu luz ,tu magia hechizaría a cualquiera...No sabes lo que vales,pequeña. -Pero estoy sola en este bosque, todos me han abandonado. -Sigue tu instinto y encontraras lo que ansias. Y a él tambien. Las cosas verdaderamente importantes son las mas dificiles, las que mas necesitan de tu valor y tozudez. No te rindas ,pequeña. La hada le miró y sintio que recorria su diminuto cuerpo una energia especial. El anciano le dio un beso en su mejilla y se despidio. -Vuela mi pequeña hada de luz.Vuela y no pares. Ella aleteo con fuerza, antes de conseguir mantenerse en pie, cayó al suelo varias veces pero no desistio y con el eco de las sabias palabras del anciano se elevo ,mas alla que las hojas de los arboles, mas alla que la copa del bosque. Subió tan alto que encontró una luz potente que procedia del bosque.Aleteo sus alas hasta que llegó a su destino. Sólo viven aquellos que luchan.
Autor Desconocido.

El Rey de los Cielos

El Bosque Mágico

Zingara

La Dama de Rojo

La Chica del Lago

Rosas

martes, 17 de agosto de 2010

El Castigo (Cuento)

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Sus primeros pasos por tierra fueron con miedo, ella estaba segura de su misión y no dudó, pero las palabras de Neptuno fueron claras, si caminas fuera del agua, morirás abrasada por el oxigeno, esté será vuestro precio por vivir juntos. Ella debía hacer algo, para alegrar el rostro de Nereo. Desde que fueron condenados a vivir bajo el agua ella le veía sonreír siempre que estaban juntos, pero en los minutos que él se encontraba solo, la tristeza volvía a su rostro, ese no era su medio, y añoraba el año tan maravilloso en su paraíso escondido entre las montañas. Recordaba los árboles, el lago, las rocas aunque nunca le importó sacrificar todo por ella, era inevitable recordar esos momentos mágicos. Ella recordó la roca de la vida, y pensó en esa posibilidad, la abrazó tan fuerte como pudo y dio los primeros dos pasos fuera del agua, “no me ha ocurrido nada”, en ese momento solo recordó el conocimiento de la vieja hada, y corrió tan rápido como pudo hasta encontrar el poblado donde vivía. Nada más verla la anciana se alegró mucho, aunque quedó sorprendida de verla arrodillada a sus pies, pidiéndole ayuda para regalarle una sonrisa a su amado. Pasaron dos días, de reflexión y búsqueda en los manuscritos de los antepasados mágicos de su familia, fuera del agua el tiempo pasaba muy rápido, mientras que bajo las profundidades del mar, nadie comprendía nada. Nereo se había sumido en la mayor de las tristezas, no comía, el marisco ya no era un aliciente, tan solo se sentaba en una roca, y miraba el color azulado oscuro que tomaba el mar en la lejanía. Había perdido la ilusión y no comprendía, porque se había marchado de su lado y mucho menos sin darle una explicación. Su rostro mostraba el paso de los años, la vejez era evidente, pero que importaba nada, si al final había conseguido vivir con ella, pero desde su marcha nada tenía importancia. Al tercer día de espera tomo una decisión y se dirigió a culminarla. Mientras tanto en un viejo pergamino apareció lo que estaban buscando, la vieja hada llamó a Afrodita y juntas leyeron las palabras que ella debía escuchar. Sin perder un segundo corrió hasta su mundo bajo el agua. Nada más entrar al agua allí estaba Nereo, se dirigía a la superficie, tan solo deseaba acabar con su vida, como dijo una vez que importaba la vida si no era con ella. Ella le abrazó burlonamente y le dijo tonto, iremos juntos a cualquier destino que tengamos que afrontar. El se alegró de verla y se lanzó a su cuello para abrazarla, ambos se fundieron entre caricias y besos. Afrodita, decidida le dijo que se aguardara unos segundos que todo comenzaría del principio. Corrió a despedirse de Neptuno y de unos pececillos amigos de las profundidades y seria le pidió a su amado que la tomara fuerte de la mano y bajo ningún pretexto la soltara. Se besaron y el siguiente paso fue fuera del agua, Afrodita situó la roca entre los dos y abrazados dieron el segundo paso, ambos cayeron desplomados al suelo. El oxigeno terminó con sus vidas, pero la mágica roca les hizo el mejor regalo, ambos quedaron tumbados en el suelo convertidos en dos bebes, una nueva vida comienza, dispuesta a vivirla juntos. El ciclo de la vida comienza pero ahora junto a ti.
Autor Desconocido.

Mask

La Mágia de la Perla


El Bosque

El Secreto del Jardín

The Frog Prince

Con Luna LLena

miércoles, 11 de agosto de 2010

El Último Vuelo (Cuento)

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Con los primeros rayos del día el avión salía dirección España, más concretamente camino a Barcelona. La gente que viaja muy frecuentemente siente un extraño hormigueo cuando despega un avión. Pues a mi me temblaban hasta las pestañas. Era la primera vez que salía de mi isla y subir tan alto y tan rápido me crea una inseguridad que tan solo es contenida por el sentimiento de vergüenza. Algo comienza a funcionar mal, el avión tiembla, parece que va a desencajarse todas sus piezas. Siento como se precipita al vacío y que sin control se acerca a un final acuático. El impacto es inminente el avión traspasa la linea del agua dejando a su paso un rastro de humo y fuego. La dulce muerte se aproxima a mi ser. Un agradable sueño ha quedado después del contacto con el fluido elemento, la cabina se inunda y mi mente se deja llevar por la tranquilidad de un ser noble y sin ninguna deuda. La desolación y muerte se apodera de la cabina, cientos de cadáveres flotan en la salada agua azul. Ahora a punto de ser absorbido por el agua, un ultimo aliento de aire y aguardo la agonía final. Mis párpado se cierran esperando el final anunciado. Una mano agarra fuerte la mía y provoca una reacción insospechada. Una cara angelical con ojos azules se aparece ante mi. Me besa regalándome unos segundos de oxigeno y siento como me transporta al exterior del avión. La agonía por respirar hace volar mi consciencia hacia otro mundo. Pero siento como ese Ángel me ha transportado a un sitio seguro. Quiero Quedarme ahí por siempre.
Autor Desconocido.

Mis Globos


El Circulo


La Hermosa Bruja

Cicatrices

Entre las Aguas

Compañeros de Viaje

lunes, 2 de agosto de 2010

La Cueba de los Mil Tesoros (Cuento)

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Había una vez un chico que paseando por el monte encontró una cueva increíble. En su interior había almacenadas toda clase de tesoros y piedras preciosas, y cuando lo vio, el chico no dudó en ocultar la entrada a aquel tesoro, y dedicó todo su tiempo a guardarlo. Desde aquel día, el chico aprovechó para ocultar en aquella cueva todas sus cosas de valor, y para evitar que los demás se enteraran de que era rico, abandonó su trabajo, su casa, y sus amigos. Vigilaba constantemente los alrededores de su cueva tratando de evitar que nadie entrara, y por miedo a los ladrones, hacía guardia todas las noches ante la puerta. Así, el chico estaba tan dedicado a su cueva que casi no comía ni bebía, y empezó a enfermar. Durante muchos días fue adelgazando y enfermando, perdiendo todas sus fuerzas, hasta estar a punto de morir. Y un día, cuando prácticamente no podía moverse, se dio cuenta de que había sido su avaricia quien le había llevado a ese extremo. Entonces comprendió que para nada le había servido guardar su tesoro, y decidió compartirlo con otros justo antes de morir. Cuando entró en la cueva para coger un buen puñado de aquellas riquezas, descubrió horrorizado que apenas quedaba nada. Tan sólo una pequeña esmeralda de brillo apagado. El chico la tomó y salió fuera dispuesto a regalársela al primero que pasara por allí. Al poco apareció por allí una mujer, que recibió la piedra con gran alegría, mientras el hombre le decía. "-Te habría entregado muchos más tesoros, mujer, pero no sé dónde han ido y esto es lo único que me queda" - ¿Seguro que no hay nada más?- replicó la mujer. El chico negó con la cabeza y le señaló la cueva, en la que vió brillar algunas monedas doradas - Pues qué suerte, sí quedaba alguna más. Toma llévalas contigo La mujer tomó la piedra y las monedas, y se fue. Al rato, apareció hombre que preguntó al chico qué hacía allí. - ¡Qué mala suerte! Justo hace un momento le he dado a una mujer las pocas riquezas que quedaban del fabuloso tesoro que custodiaba El hombre preguntó: - ¿Seguro? Y cuando el chico le mostró la cueva, descubrió un cofre con joyas y unas bolsas de oro. EL chico no salía de su asombro, y en ese momento apareció la mujer otra vez , que ante sus ojos la mujer expezó a ilumnarse y de su espalda salieron unas grandes alas, era una hada y le explicó: ¡Por fin! Por fin alguien libera el encantamiento de esta cueva. Mira, esta es la Cueva de los Mil Tesoros, y eres el primero que supera su gran prueba. Muchos han sido los que han dedicado su vida a esta cueva para terminar comprobando que no había ya nada... ¿Y por qué ocurre esto? -dijo el chico, asombrado por todo lo que le estaba pasando- ¿por qué aparecen y desaparecen las joyas? Mira, esta cueva mágica tiene tantos tesoros como tenga tu corazón. Cuando alguien la descubre, se llena de los tesoros que trae consigo, pero cuando luego todos ponen el empeño en guardar las riquezas, su corazón se vacía de las cosas importantes para dejar hueco al dinero y a las joyas, y al final se queda vacío, como has visto tú mismo. La única forma de llenarlo es llenando el corazón con todas las cosas buenas, como has hecho al regalarme la última joya. ¿No te sentiste mejor al hacerlo? Eso era porque la cueva se estaba volviendo a llenar... Y aquel chico comprendió que era mejor compartir que guardar, y desde entonces se convirtió gracias a su cueva, en un gran hombre, noble y generoso, y siendo amigo de una hada.
Autor Desconocido.

Sherezade

La Sirena


Soledad


Black Angel


Es la Hora


 
Espero que te haya gustado, ¡Hasta pronto!
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