Había una vez una Princesa que estaba sólo pendiente de su belleza, había ganado tantos concursos de belleza, que se había vuelto vanidosa. Tanto que un día, la criada lista se hartó de sus pavoneos y decidió darle una lección.
Fue a ver a la princesa, y delante de todos le dijo que no era tan bonita, que si ganaba los concursos era porque los jurados estaban comprados, y que todos sabían que la criada era más bella. Entonces la princesa se enfureció, y entre risas y desprecios le dijo a tí te gano un concurso con el jurado que quieras. "Vale, acepto, nos vemos el sábado", respondió la criada sin darle tiempo. Ese sábado todos fueron a ver el concurso, y la princesa iba confiada hasta que vio quiénes formaban el jurado: criados, jardineros, y los cocineros del reino . Todos ellos preferían el aspecto de la criada, que ganó el concurso claramente, dejando a la princesa tan llorosa y humillada, que nunca más volvió a participar en un concurso de belleza.
Por suerte, la criada perdonó a la princesa su vanidad y se hicieron amigas, y algún tiempo después la princesa ganó el premio a la humildad.
Moraleja: Hay que ser Humilde en la Vida, con esa Bendicion Llegarás Lejos.
Autor Desconocido.
Me ha hecho sonreir tu cuento
ResponderEliminarme ha hecho retroceder muchos años atrás
me has llenado de tenura.
¡por favor ! ..sigue contando cuentos
Es muy bonito yo cuento , la moraleja es que la vanidad no es buena hay que ser sencillos y no creernos mejor por ser guapo pues el corazón es lo mas importante y los sentimientos q tengamos ,si se tienen todos pues a ser feliz y difrutarlos un beso. Antonia
ResponderEliminar¡Oyes qué bonito! Me encantó, me hizo esbozar una sonrisa y rememorar tiempos pasados.
ResponderEliminarPrecioso Yesi.
Un besote grande amiga.